Naturaleza y paisaje

Naturaleza y paisaje
La flora y fauna de Socovos es especialmente interesante, debido a que en una escasa superficie, confluyen ambientes muy distintos, lo que hace de este pueblo un lugar tremendamente rico en diversidad faunística y sobre todo florística.
Flora
La vegetación es abundante y alberga muchas especies interesantes tanto desde el punto de vista forestal, como de la conservación ya que se encuentran especies endémicas y otras que resultan de un gran interés debido a su rareza.
La vegetación más abundante de la zona es la formación de pinar, comunidades de roquedos debido a lo abrupto del territorio y sobre todo formaciones arbustivas de lentiscos, enebros, tomillos, romeros, retamas.
Socovos tiene una parte significativa de su territorio incluida en la Zona de Especial Conservación (ZEC), constituyendo la Red Natura 2000, que integra territorios designados bajo figuras de protección europea mediante la Directiva Aves como la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA), así como las propias de la Directiva Hábitats. La Sierra de Alcaraz y Segura y Cañones del Segura y del Mundo, se encuentran bajo esta protección correspondiéndose con la zona del Calar y las inmediaciones del embalse del Cenajo, suponiendo de manera idónea un significativo valor de protección ambiental y habilitando zonas que pudieran funcionar como corredores ecológicos entre espacios naturales protegidos.
Las orquídeas son un componente a subrayar en el territorio de Socovos, ya que cuenta con especies protegidas tanto a nivel nacional, como la Sarcocapnos baética subsp. Baetica, como a nivel regional. Entre estas últimas destacan las Limodorum abortivum, una de las orquídeas más escasas en Socovos de belleza singular, y las Aceras anthropophorum, más popularmente conocida como La flor del hombre ahorcado.
En cuanto a especies arbóreas, se cuenta con datos del importante aprovechamiento que los bosques del territorio han ofrecido desde el siglo XI. No obstante, el transcurso de la historia ha afectado de manera significativa a las especies con las que se cuenta en la actualidad. Especial mención merece la Noguera del Arco, con una edad estimada de 1800 años y considerada como una de las joyas más viejas de Europa, llegando a ser protegida a nivel regional en el año 2003. Desafortunadamente, a pesar de las medidas que se tomaron para su conservación, actualmente se encuentra seca, aunque se puede visitar lo que queda de lo que años atrás fue este singular ejemplar. (foto)
Olea europea, Es probable que los olivos más viejos procedan de las antiguas villas romanas del Bajo Imperio, cultivo impulsado posteriormente en época de ocupación musulmana. El paisaje de olivar tradicional está muy extendido en la zona, con ejemplares centenarios e incluso milenarios. La mayoría de ellos corresponden a olivos cultivados; sin embargo, el de la Cuesta del Yesar corresponde a un auténtico acebuche natural.
Dentro del género Pinus, en Socovos habitan tres especies arbóreas. El más común de ellos es el pino carrasco (Pinus halepensis), tradicionalmente explotado. Los mejores pinares se encontraban en el Amirez y Casas del Arroyo, donde existían cientos de ejemplares notables que han ido desapareciendo en los últimos 50 años, alcanzandoo alteuras considerables para la especie. Aún se conservan algunos de ellos como árboles de sesteros de sombra, por su carácter lúdicos, como el pino de la ermita de San Felipe, que se conservó como árbol de sombra para oficiar las misas en la romería.
Especies más escasas son el pino resinero (Pinus pinaster), denominado así por el tipo de aprovechamiento al que se destina, y el pino piñonero (Pinus pinea), cuyo nombre también indica el tipo de aprovechamiento que ofrece. El primero de ellos se hace más común en las zonas elevadas y barrancos en la parte occidental del territorio, quedando restos de cuando fue resinado en el Calar. Dicho enclave y otras zonas adyacentes hacia el Barranco del Angosto merecen ser visitados si se quieren conocer buenas formaciones. En cuanto al segundo, la mayoría de ellos se encuentran en el barranco del Madroño y arroyo de Benizar, a la altura del Campillo, aunque también pueden observarse algunos cerca de las Casas de Arroyo.
Pistacia lentiscus. El lentisco es un arbusto muy extendido por el término municipal. Antiguamente fue utilizado para la extracción de aceite de lentisquina, como alimento para el ganado y producción de carbón y leñas. En la zona del Almirez, Los Bañuelos y Casas del Arroyo, aún quedan ejemplares.
Populus nigra. Los chopos negros autóctonos son muy escasos en Socovos. Tan solo quedan algunos ejemplares a lo largo del Arroyo de Benizar, Los Olmos, Barranco de Hondares y en los Herreros. Otra especie autóctona es el álamo blanco (Populus alba), antiguamente extendido en la cuenca baja del arroyo de Benizar y río Segura, de la que aún existe un pequeño bosquete en el Cañar.
Quercus faginea, aunque los quejigos son escasos en la zona, se puede encontrar una población de esta especie en la zona de Casas del Arroyo, donde se presentan ejemplares de notables dimensiones. Otro robledal de vaguada fue talado en el cortijo del Madroño a mediados del siglo XX, al igual que el ejemplar centenario del Barranco del Angosto, aunque todos ellos han rebrotado y presentan varios troncos.
Quercus rotundifolia, Las encinas están extendidas en Socovos salvo en las zonas más bajas. Se pueden encontrar ejemplares singulares en las inmediaciones de Tazona-Los Olmos. Antiguamente fueron alimento imprescindible, elaborándose el pan de carrasca.
Ulmus minor, actualmente, los olmos casi han desaparecido del término municipal, aunque queda una buena población en la Fuente de los Olmos. A principios del siglo XX se plantaron como árboles de sombra varias docenas de ejemplares en el casco urbano de Socovos, pero casi todos sucumbieron salvo tres de ellos.

FAUNA
La actividad humana desarrollada durante siglos ha confeccionado una serie de ecosistemas que han servido de refugio para un interesante grupo de especies que completan su ciclo vital cerca del ser humano.
Los numerosos barrancos húmedos y arroyos que discurren por el municipio de Socovos confeccionan hábitats propicios para la fauna acuática, destacando entre ellos el Arroyo de Benizar. Es aquí donde se encuentra una valiosa población de cacho (Squalius pyrenaicus), con un elevado interés de conservación debido al nivel de amenaza y la distribución altamente restringida de esta especie en la Cuenca del Segura. No obstante, el más abundante en las aguas que fluyen por el municipio es el barbo gitano (Luciobarbus sclateri), el cual se puede ver fácilmente formando pequeños cardúmenes en las orillas del Cenajo e incluso intentando salvar la pared del embalse cuando inician su migración reproductiva en primavera.
Además de las dos especies autóctonas referidas anteriormente, se pueden vislumbrar otras especies alóctonas que fueron introducidas en las aguas del Cenajo como el lucio, el alburno, el percasol, la perca, la lucioperca y el gobio.
Los anfibios y reptiles gozan de una merecida fama por parte de los lugareños ya que son eficaces depredadores de insectos y pequeños vertebrados. Entre los anfibios, las dos especies más emblemáticas que podemos encontrar en Socovos son la salamandra común (Salamandra salamandra) y el sapo partero bético (Alytes dickhilleni). Otras especies, más abundantes y fáciles de ver, son la rana y el sapo común, el sapo corredor y el sapillo moteado. En cuanto a los reptiles, la especie más singular y difícil de observar es la víbora hocicuda (Vipera latastei). Otros reptiles como el galápago leproso (Mauremys leprosa) y la culebra de agua (Natrix maura) se pueden encontrar fácilmente en hábitats acuáticos como en algunas pozas permanentes del Arroyo de Benizar, el de las Murtas (a la altura de Los Olmos) o el Barranco de Cardicas.
El techo de la orografía de Socovos se encuentra regentado por dos de las rapaces ibéricas de mayor envergadura: el águila real (aquela chrysaetos) y el águila perdicera (Aquila fasciata), esta útima catalogada como en peligro de extinción. Ambas se sirven por lo general de cortados abruptos y paredes rocosas para ubicar sus nidos. Durante el día surcan los cielos del municipio en busca de campos abiertos donde pueden localizar con facilidad conejos, perdices y palomas que le sirven de alimento.
En los ambientes forestales, casi medio centenar de especies se pueden observar en diferentes épocas del año. Entre las aves residentes destacan los carboneros, herrerillos, piquituertos, picapinos y gavilanes comunes. Sin embargo, en las zonas de transición entre las masas forestales y el piedemonte, son fácilmente apreciables ejemplares de túrdidos, currucas, escribanos, fringílidos, mirlos y zorzales, sobre todo durante el periodo invernal. A su vez, cernícalos, águilas calzadas y culebreras europeas, aprovechan los campos abiertos y soleados para encontrar alimento, oteando el territorio desde las alturas en busca de reptiles.
Los mamíferos representan el grupo animal más emblemático y que mayor interés despierta entre la población local. En Socovos, la comunidad de mamíferos que se pueden encontrar son especies nativas, aunque algunas como el ciervo (Cervus elaphus) se pueden observar esporádicamente en los bosques del municipio debido a su introducción y posteriores escapes de cotos de caza.
En las laderas más abruptas del paisaje montañoso de Socovos podemos encontrar Capra pirenaica, comúnmente conocida como cabra montés, fácilmente observable en las sierras más altas y escarpadas del municipio. Sin embargo, la especie con mayor representatividad es el jabalí, el cual ha aumentado su población tras la desaparición del lobo ibérico, extinto en Socovos en el siglo XIX. Otro carnívoro emblemático y extinto en esta comarca es el lince ibérico (Lynx pardinus), cuya presencia en los montes de Socovos está documentada hasta la segunda mitad del siglo XX e incluso en 2015 fue atropellado un ejemplar en los alrededores de Yeste. Mostrando una excelente capacidad de adaptación, especies como el zorro (Vulpes vulpes) pueden observarse a plena luz del día campeando en busca de comida.
Asociados a masas forestales, y siendo más esquivos, otros carnívoros medianos habitan en el municipio de Socovos, como es el caso de la gineta y el gato montés, cuyo rasgo distintivo es una frondosa cola anillada, diferenciándose la gineta por su menor tamaño y por sus flancos salpicados de manchas oscuras.
En las zonas agroforestales se puede observar el tejón (Meles meles) vinculado a la presencia de cauces de ramblas y suelos arenosos donde pueden excavar sus madrigueras.
Otro mamífero relacionado con el medio acuático es la nutria (Lutra lutra) con avistamientos en las orillas del embalse del Cenajo y en el Arroyo de Benizar. Al igual que la rata de agua y el topillo de cabrera, ambas especies amenazadas a nivel nacional.
Por último, merecen especial mención los murciélagos por la importante labor que realizan en el control de mosquitos que, junto a los vencejos y las golondrinas, combaten las plagas en zonas urbanas.